miércoles, 26 de septiembre de 2012

Historia




                                                                El Sueño

En la ciudad de Madrid, vivía una familia muy distinguida, pudiente y respetada; se trataba de los Brither Marcoviche.

En una noche de primavera había nacido su primogénita y única heredera, a la que llamaron Allisons.

A los tres años asistió por primera vez a la escuela, acompañada de su institutriz Verenice, quien la quería mucho y sobre todo sabía del gran “secreto familiar”.

Habían pasado algunos años y se podía decir que Allisons , era una niña muy inteligente, respetuosa, una hija ejemplar, de la que sus padres se sentían orgullosos, considerándola como el más valioso de todos sus tesoros, al que cuidaban de lo que no se podían imaginar. Siempre fue el centro de su atención, desde siempre, desde cuando los doctores detectaron en ella una enfermedad que no tenía cura. Habían dado como respuesta que la pequeña al cumplir los quince años requeriría de una operación, si entonces existía la posibilidad.

Allisons cumplía ahora quince años y parecía muy sana. Cabe decir, que cada vez que pasaban los años era más hermosa, aquella jovencita mostraba una tez blanca, mejillas sonrosadas, ojos radiantes color caramelo, cabellos rubios como el oro, labios como el rubí.

Sus padres habían decidido realizarle su fiesta de quince años, las invitaciones habían sido repartidas por todo Europa, familiares, amigos.

Allisons se encontraba muy ansiosa, más aún porque iba a estar presente su prima Marjourie, a quien ella quería mucho y no veía desde mucho tiempo, al igual que Guillermo Grosweith, un jovencito apuesto y encantador, su mejor amigo de la niñez, a quien sería su chambelán.

Había llegado la noche esperada para todos los presentes, en especial para la familia Brither Marcoviche. Allisons, se convertía en la quinceañera más hermosa, acompañada de Guillermo. Ellos se dirigieron a la pista de baile y de repente chocaron sus miradas por un buen tiempo, lo que dio inicio a un interés por parte de ambos jovencitos.

Después de unos minutos Allisons, bailó con su papá, quién lo embargaba de emoción ya a la vez de tristeza, pues faltaban pocos días para que ella viajara al extranjero, para dar cura a su enfermedad .

En el transcurso de la fiesta Allisons y Guillermo aprovecharon  para salir al jardín, donde tuvieron una platica, recorrieron también los lugares que le traían recuerdos a su niñez.

Guillermo al tener a su lado a Allisons le confiesa, que no había cambiado y que era una persona especial, ambos se obsequiaron un collar como un recuerdo.

Era muy tarde, los invitados se estaban retirando. Al cabo de unos instantes le tocó retirarse a la familia Grosweith Palacios, donde los padres de Guillermo quedaron en verse el retorno del viaje que haría la familia Brither Marcoviche. Sin embargo entristeció a los jovencitos, pues no se verían dentro de unos meses. Ambos prometieron comunicarse a través de grabaciones y cartas.

Allisons, un poco sorprendida, no sabía el por qué de ese viaje. Le preguntó a su mamá y ella  le dijo que llegando a Centro América, La Habana, lo sabría.

Al llegar a La Habana, Allisons muy angustiada, pide una explicación. Había llegado el momento de revelar el gran secreto que envolvía a la familia y decirle la verdad a su hija.

Fue así que le platicaron a Allisons, lo que ella exigía, la verdad, de una manera muy cautelosa. Ella dejo de existir por un momento y luego se retiró en una abundancia de lágrimas, comprendió que sus días estaban contados. Ese malestar provocó que se quedase profundamente dormida y tenga un sueño.
Soñaba que había sido conducida a un hospital, en donde iba a ser operada y que su vida dependía mucho de esa operación. Todo se complicó cuando se quería un donante, y que de todos ninguno era compatible.

Esta noticia llegó a oídos de Guillermo, quién viaja de pronto y sin pensarlo dos veces pide que se le tome la prueba para saber si es que en realidad era compatible. Y ¡sorpresa! Lo era. Fue la mejor noticia para la familia Brither Marcoviche.

Al levantarse Allisons pudo notar que se encontraba en la misma habitación de aquel hospital, que había visto en su sueño. Fue entonces que quizo saber que le había pasado, al enterarse que Guillermo había sido el donante compatible, comprendió que además de haber sido un sueño, se había convertido en una realidad.

Allisons, después de haber sido operada agradece de manera especial a Guillermo, por haber por dado paso a una esperanza para los Brither Marcoviche.


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